domingo, 14 de abril de 2013

Isla de la Juventud en fotos (11)




Ver nacer el día tras sus aguas es un regalo divino de la naturaleza.

Las sombras van acompañando la mirada, los cuerpos, los sueños de la noche idos al amanecer.
Playa Bibijagua, la de arenas negras, mezclada con las blancas, como unión mestiza de raza cubana, playa donde miles han encontrado el placer del sexo, del amor, donde quizás alguien encontró la primera mirada fugaz, el primer beso, donde se fundieron los cuerpos para abrazar el deseo reprimido, sitio de alegría, de sudor, de descanso, de aventuras.
Naturaleza divina del Creador de lo bello, verde y azul, negro y blanco, luces, sombras, luna indiscreta en el cielo diurno, brisa fresca de un mar que no se resiste a crecer ante la mirada de románticos, de soñadores, de viajeros que regresan, porque el amor es eso, lo natural de la vida.