lunes, 15 de julio de 2013

En La Habana, las ruinas de un hospital (1)

   Hoy quiero dedicar mi fotorreportaje a un sitio de la capital de Cuba, enclavado en el céntrico Vedado capitalino.
   En el año 1933 surge el Hospital Municipal de la Infancia de la Habana, el primer hospital pediátrico de la ciudad.
   El sitio es uno de los dos ejemplos más importantes de arquitectura hospitalaria Art Déco en el mundo. El otro se encuentra en la ciudad de Chicago.
   Erigido en la Avenida de los Presidentes, entre las calles 27 y 29 del municipio Plaza de la Revolución, fue un proyecto y construcción en estilo Art Déco de Félix Cabarroca Ayala y Evelio Govantes Fuertes, arquitectos que legaron al patrimonio urbanístico habanero obras como el Capitolio, la Plaza Cívica, el Palacio de Bellas Artes y otras más.
      En 1961 el Gobierno revolucionario decide cambiarle el nombre por el de Hospital Infantil Pedro Borrás Astorga.
     Según algunos datos conocidos a través de mi investigación, en los años de la década de los 80 se comenzó una reparación capital al hospital, promovida por filántropos asturianos que al ver el estado de deterioro que presentaba y enterarse de que el nombre del hospital correspondía a un joven médico descendiente de asturianos, decidieron donar recursos para acometer su restauración.
   Varias Organizaciones No Gubernamentales también colaboraron en la donación económica para la restauración del Borrás.
   Tiempo después los donantes quisieron ver como marchaba la obra y quedaron sorprendidos cuando vieron que la destrucción era mayor, sin encontrar explicaciones para la desaparición de los recursos enviados y de esta forma, cesó la valiosa colaboración.
   Las historias y versiones del abandono de esta importante obra arquitectónica y hospitalaria nacional son varias.
   No es mi intención analizarlas o darlas a conocer a través de este artículo.
   Conocí a inicios de año por la radio nacional de la intención de demoler la obra en el primer semestre, pero aún vemos el majestuoso y céntrico edificio en ruinas, a ojos de capitalinos, emigrantes y visitantes extranjeros.
   Queden estas imágenes en el verano de 2013, para la Memoria histórica de este bello país.