sábado, 25 de enero de 2014

Cuba, La Habana en fotos (22)

  Debo confesarles que el día que más disfruto caminar La Habana es al amanecer del domingo.

Poco después de terminar una revista informativa en vivo en Radio Progreso, bajo a disfrutar ese apacible día de la semana.
Tengo dos horas de descanso antes de volverme e enfrentar a los estresantes micrófonos de una emisora nacional.
A las ocho de la mañana aún la capital duerme trasnochada por la furia del sábado, y me siento unos minutos en el malecón con los rayos del sol brindándole el brillo a la espuma del mar.
Después me doy una vuelta por La Rampa, me tomo un café expreso frente a Coppelia, contemplo las sombras que solo se distinguen bien temprano en la mañana y poco a poco me voy enamorando de esta urbe que todavía me estresa la mente, me devora el alma y me mantiene el cuerpo en una tensión constante.
Es la capital cubana, esa que se deja amar en cada detalle que nos va mostrando al caminar.