miércoles, 24 de febrero de 2016

Radio Rebelde en mi voz

Cabina central de Radio Rebelde

El Comandante Guerrillero Heroico, “Che”, símbolo de la Radio Rebelde 
Cada 24 de febrero se celebra en Cuba el aniversario de una emisora que va “al ritmo de la vida.”
Les confieso que nunca imaginé estar frente a sus micrófonos, entre sus maestros de la palabra y en la parrilla de su programación.
La Habana me abría sus puertas para Cuba y el mundo el 6 de enero de 2012, (como regalo del Día de Reyes), desde Radio Progreso, La Onda de la alegría, en el informativo “A primera hora” y en otros populares programas.
Pocos meses después hago la prueba de voz en la también conocida “Emisora de la Revolución” y me recibe con otra puerta más para mi realización profesional.
Recuerdo haber sido llamado en plena programación especial cuando el destructivo huracán Sandy azotaba a la bella tierra de Santiago de Cuba.
Desde las dos y treinta de la tarde y hasta las ocho de la noche, en vivo y de manera ininterrumpida, pude llevarle al pueblo de mi país, junto a los periodistas y reporteros de la redacción informativa, todas las incidencias de lo que ocurría en esa oriental provincia cubana.
Después vino “Portada Rebelde”, un noticiero con un diseño sonoro que atrae al igual que su realización general y manera de decir la noticia.
Como titular del mismo, junto a la colega Marisol Rodríguez, desde las 12 y treinta de la madrugada, durante media hora, disfruté el estilo de la locución de una radioemisora totalmente diferente a Progreso.
Una anécdota de esa etapa de mi vida.
Resulta que en Progreso yo hacía también el Noticiero Resumen el cual sale al aire de once y cuarenta y cinco a doce de la noche.
Me quedaba solo media hora para ir a pie, corriendo, desde Infanta 105 y llegar al Edificio de 23 y M, el ICRT, para leer a primera vista, impreso en papel, el espacio noticioso de Rebelde.
Comencé a hacerlo en pleno mes de agosto, así que se imaginarán cómo llegaba a la cabina.
Empapado de sudor y sin poder hablar por la carrera maratónica entre las dos emisoras.
Nunca imaginé el significado que pudo haber tenido en mi carrera como locutor el haber trabajado simultáneamente en dos noticiarios con solo media hora de diferencia, en dos plantas radiales con alcance nacional e internacional y con estilos opuestos en la manera de decir.
Guardo en mis archivos de audio más de siete meses de experiencia ante la audiencia de la CMBA.
También de lunes a sábado y de dos a cinco de la madrugada ocupé los asientos de la revista “A esta hora”, tres horas compartiendo con los amigos que a esa hora precisamente se dejan acompañar por el dial Rebelde.
Tres bloques de llamadas telefónicas para saludar y complacer temas musicales, comentarios, boletines de noticias y variadas secciones de interés general, me deleitaban y nutrían de conocimientos y experiencia.
Fue una etapa en la que descansaba poco ya que al día siguiente tenía mis responsabilidades en mi casa, y digo “casa” porque así sentí los más de tres años y medio en Progreso.
Bien tiene ganado el calificativo de La emisora de la familia cubana.
Al día siguiente y trasnochado, pues en horas del mediodía la alta responsabilidad de narrar bajo la dirección de la Maestra Carmen Solar, ciento un capítulos de “La leyenda del Prado”.
Esa será otra historia.
La de Rebelde fue y es una de las más hermosas en mis años de experiencia en la radio nacional.
A su colectivo, mi cariño e incondicional lealtad.
Las gracias por haberme permitido estar y hacer.
La amiga y colega Marisol Rodríguez, locutora y directora de programas; Ányelo Miguel Toledo, joven realizador de sonidos; y sentado, el director              
 Mariano Álvarez Gutiérrez, un ser extraordinario, sencillo y familiar quien me condujo durante varios meses tras su mando en “Portada Rebelde” y “A esta hora

Ányelo no solo tenía la responsabilidad del máster del sonido, sino también la grabación y edición de las llamadas telefónicas de los oyentes dentro y fuera de Cuba
 
Marisol y Mariano, dos personas a quien debo agradecer la confianza brindada  y la ayuda en lograr el estilo que necesitaban en el noticiero y en la revista
Preparándonos en el poco tiempo disponible antes de salir al aire en vivo para toda la audiencia Rebelde.
En Progreso tenemos el telepronter pero en Rebelde se mantiene el guión impreso en papel, lo que dificulta en ocasiones la lectura
 Portada Rebelde lo hacíamos en la cabina central y la revista “A esta hora” en la Panamericana.
Con mi amiga y compañera de labor Marisol Rodríguez, a ella el agradecimiento por sus enseñanzas