jueves, 24 de agosto de 2017

Desde mi balcón pinero (6)

Llegaba a mi terruño pinero y el mes de agosto me regalaba una vista hermosa sobre Nueva Gerona.
Una luna llena era la pintura perfecta de Dios para la primera noche en la Isla de la Juventud después de ocho largos meses de ausencia.
La familia me reclama desde mi alma, desde lo más profundo de mi ser.
Es una bendición tener a mis padres vivos, juntos durante tantos años.
La vida me ha sonreído porque cuando se es humilde, sencillo, noble y transparente como ellos me enseñaron, el Universo nos brinda la dicha de sobrevivir a las distancias y el tiempo y ser felices a pesar de todo y de todos.
La luna me acompañó durante una semana de agosto de 2017 y doy gracias a Dios por este viaje que no estaba en mis planes.
Les regalo estas vistas desde mi balcón en mi Isla.
También desde la ventana de mi cuarto.
Allá queda la huella de mi vida, mi alma duerme en cada noche de mi ciudad natal.
Dios bendiga a todos los habitantes de mi añorada tierra.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario