Presidio Modelo, sitio histórico el cual acogió esta mañana del 2 de agosto de 2018 el acto
central por los 40 años de la proclamación de Isla de Pinos en la Isla de la
Juventud.
El Abra, casa museo donde se guarda parte de la historia del
Héroe Nacional, donde el joven Martí dejó su huella.
El título de este artículo son las palabras que han
venido promoviendo la celebración de las actividades por la conmemoración de
una fecha que marcó un antes y un después para los habitantes del terruño que
me vio nacer.
Aún los nacidos en ese pedazo del archipiélago de los
Canarreos mantenemos el gentilicio de “pineros”.
No nos resistimos a perder la identidad que nos ha marcado
dentro y fuera de Cuba.
Isla de Pinos, así fue y así será siempre.
Corría el dos de
agosto del año 1978.
Aún vienen a mi memoria los recuerdos.
Tenía yo siete años de edad y participaba en aquel
multitudinario acto por la proclamación de la entonces Isla de Pinos, para que
recibiera el de Isla de la Juventud.
Lo recuerdo muy bien.
Fui con mis padres.
¡Y han pasado cuarenta años desde entonces!
Con sano orgullo lo digo donde quiera que me encuentre,
soy pinero.
Allí nací, allí estudié y me formé profesionalmente.
Hice mis primeros años de etapa laboral.
Como Misión Interna colaboré con cientos de estudiantes
extranjeros.
Primero en las Escuelas Latinoamericanas de Medicina y
después con los muchachos de la República Árabe Saharaui Democrática.
Hoy, lejos de mi Isla, la dignifico día y noche.
Desde el amor que le profeso.
Me ocupa y preocupa a toda hora.
Allá tengo a mis padres.
Mis raíces, mis más bellos años de vida, la añoranza de
un pasado que no tendrá marcha atrás.
La niñez, la adolescencia y la juventud se la entregué a
mi amada Isla.
Así como mis padres.
Pipo llegó a pasar el Servicio Militar en la Unidad
Antiaérea de La Siguanea.
Después llegó mi madre con apenas 14 años de edad y hasta
hoy han echado profundas raíces entre parajes de hermosa naturaleza, entre
sacrificios personales, leyendas e historias que marcan la vida de todos los
que han hecho realidad la transformación de la ínsula en lo que es hoy, un
sitio de descanso, con cierta belleza también de manos añejas.
Pineros, a 40 años siguen jóvenes.
Pinera, así de sencillo.
Aunque te cambien una vez más el nombre, como tantas
ocasiones sucedió, seguirás siendo la tierra pinera, la de los inmensos pinares
que cubrían tus campos.
Isla de la Juventud, un día, estoy seguro de ello,
volverás a ser Isla de Pinos, y aún seguirás siendo joven.
Entre tanta
belleza paisajística un regalo de Dios para los pineros es ver caer el ocaso,
despedir las tardes, o recibir el alba, el amanecer de un nuevo día, con
mágicos destellos tras el horizonte de mi terruño.
Si se llega por mar, en embarcaciones, nos reciben, a lo
lejos, las imponentes lomas de Mármol gris.
El Río Las Casas es el principal afluente que enlaza a la
capital pinera con el sur de Cuba.
Punta Colombo, bañada por las aguas de la costa norte de
Nueva Gerona.
Acoge a dos playas muy populares en el territorio: Punta
de Piedra y Paraíso.
Los pinos machos perfuman con su aroma las campiñas
pineras.
Símbolo de esta tierra que acoge a habitantes de todo el
país y la hicieron suya de corazón y cuerpo.
Sierra Las Casas, loma que acoge a un natural mirador
desde se puede contemplar en su esplendor a la ciudad capital de la otrora Isla
de Pinos.
Al fondo se divisa Sierra Caballos, la otra loma que
abraza a Nueva Gerona, esta por donde nacen los amaneceres que hacen soñar a
miles de coterráneos.
Entre pinares, palmas y monte nació una ciudad que ha
crecido con el sacrificio y el sudor de miles de habitantes de toda Cuba.
Gracias por tanta entrega transformadora.
En el viejo barrio de Columbia aún quedan las memorias de
nuestra identidad, escondidas en el Cementerio de los americanos.
Las aguas termales y medicinales también forman parte de
nuestra identidad.
En la foto las ruinas de lo que fuera el útil y hermoso
sitio de los Baños Medicinales de Santa Fe.
Santa Fe, segundo poblado en importancia en La Isla y
capital histórica del territorio pinero.
Nació un hermoso Bulevar en su principal vía peatonal.
El Paseo Martí es hoy uno de los más artísticos y bellos
del país.
Así nacía esta majestuosa obra en mi Isla.
La Iglesia Católica y la Glorieta del parque Lacret,
símbolos de la ciudad de Nueva Gerona.
Con más de 60 escuelas en el campo que acogieron a miles
de estudiantes de los cinco continentes del Mundo y de Cuba, hoy esas
edificaciones se van transformando en viviendas para los habitantes del
territorio.
La juventud ayer, la juventud hoy, siempre joven, mi
amada Isla de la Juventud.
¡Felicidades!
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