lunes, 6 de agosto de 2018

Un beso

Uno de los mágicos amaneceres de mi terruño pinero, vistos desde el balcón de la casa de mis padres.
Sin duda alguna solo comparable con un beso.
 Un beso cuando estás triste quema los labios de manera sutil.

Un beso cuando estás enojado es un témpano de hielo que congela todo tu interior.
Un beso cuando estás llorando, es apagado por las lágrimas del sentimiento.
Un beso de despedida te deja un dolor intenso capaz de profundizar cualquier herida.
Un beso después de un consejo, es un bálsamo en el intenso decursar de las horas.
Un beso de traición es más amargo que la hiel y te envenena el alma.
Un beso con hipocresía es un puñal clavado en el lado más dócil del corazón.
Un beso cuando estás enamorado te hace volar hacia lugares bellamente imaginables y soñados.
El beso de un hijo es el regalo más perfecto y dulce.
El beso de un amigo es el tesoro más pleno.
El beso de un padre es un arma que te alista para la batalla de la vida.
El beso de una madre es una protección perpetua, un flujo infinito de aliento.
Un beso es el acto más supremo, más completo, más deseado, más temido, más digno, más cálido, más entregado, más conocido, más usado, más vivido, más sentenciado y más desconocido, y venga de donde venga te limpia el alma y te alista de manera fenomenal para dar el próximo paso con mayor seguridad y cariño ante la cruel realidad de una humanidad insensible.

Carapachibey y su creador, Ramón Leyva Morales, se honra en esta ocasión con la publicación de una serie dedicada a la poesía, al amor, siempre con imágenes que apoyen visualmente el discurso poético de su autor, el joven Yasmany Sánchez de Bardet.
Un regalo para los seguidores del blog donde la fotografía es la protagonista.
Nota:
Todas las fotos de esta serie ya fueron publicadas en otros artículos de Carapachibey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario