jueves, 14 de febrero de 2019

Desde mi balcón habanero (8)

Increíble la belleza de los dibujos de Dios sobre el horizonte.
Cada día es un cuadro diferente.
Cada detalle de los trazos en las nubes, el sol, los matices de colores dorados en los atardeceres en este archipiélago del mar Caribe.
No puede pasar desapercibido ante mis ojos.
Tengo que detenerme frente a tanta belleza de la Madre Naturaleza, creación divina de un creador que muestra su poder a través de ella.
Esa tarde, a mano izquierda, al oeste, caía el ocaso.
A mano derecha, al este, el regalo de un arcoíris despedía un día más y un día menos de nuestra existencia sobre esta maravillosa tierra.
Tras el sencillo lente de un móvil dejaba eternizado este mágico momento para ser compartido con los fieles seguidores de Carapachibey, un blog donde como bien saben, la fotografía es la protagonista, gracias al eterno fotorreportero Evelio Medina Rodríguez, quien me enseñó a valorar ese instante fugaz que atrapa un momento que no volverá a repetirse y deja una huella en las vidas de millones de seres humanos.
Las fotos tienen su alma, su historia, sus sentimientos.
Para mí no fue una tarde más.
Es la tarde.
Cada una de ella diferente, inigualable.
Reflejos de una jornada que se nos va y no volverá, atrapada por el paso del imperdonable tiempo.
Amor, melancolía, tristezas, pero también alegrías y esperanzas, porque el día se va pero habrá otro más y con él otro atardecer para mí, para ti, para todos.


La Isla, su gente, sus rostros (74)





Memoria histórica pinera.
Fotos inéditas del archivo del amigo Evelio Medina Rodríguez.
Septiembre de 2008.
Tras el devastador paso del huracán Gustav, la Isla de la Juventud renacía con la creación de la Brigada Artística Martha Machado.
Su hijo, Kcho, movilizó a su terruño a lo más representativo de la cultura de Cuba, incluyendo a su Ministro Abel Prieto y otras personalidades que verán en este amplio fotorreportaje.
Sin luz eléctrica el pueblo pinero recibía el arte de todo el país.
Nos entregaban la necesaria alegría en momentos de carencias y grandes necesidades.
No hubo pérdidas de vidas humanas pero sí millonarias en lo material, e irreparables en lo espiritual.
Hay sin duda alguna un antes y un después en el territorio pinero, tras el inolvidable evento meteorológico.
En esta amplia galería de fotos, rostros que estuvieron y ya no están, que partieron.
La valía de un instante que se eterniza tras el lente de una cámara.
Queden estas valiosas imágenes para que la historia no se pierda, para que las huellas perduren en el tiempo.
Gracias a Evelio.
Y a ustedes, seguidores de Carapachibey, por seguir cada publicación de este sitio donde se honra la memoria de un amigo y se dignifica a los habitantes de la otrora Isla de Pinos.
Por ello somos y seguiremos siendo “pineros”.