Rumbo a sus 500
años va La Habana, Ciudad Maravilla, la capital de todos los cubanos.
Entre obras en
restauración, nuevas construcciones o derrumbes y sitios que afean su entorno,
no se resiste a regalarnos sus encantadores ambientes aún por descubrir en los
más intrincados sitios de esta populosa urbe.
En los 90 del
pasado siglo disfrutaba ver la cascada al final de La Rampa y frente al
malecón.
Durante años
estuvo abandonada.
La voluntad de
alguien que ama los detalles, hizo posible que volvieran los chorros de agua
desde lo alto del patio trasero del Hotel Nacional de Cuba.
También el Hotel
Parque Central, bella obra levantada desde sus raíces.
Aún viene a mi
mente ese sitio lleno de escombros, afeando al corazón de la Habana Vieja, el
casco histórico.
Aunque no
respetó en su totalidad la arquitectura colonial de la zona, es sin duda una obra
que embellece a la otrora San Cristóbal de La Habana.
El Capitolio va
camino a todo su esplendor, lo hacen también con el Palacio de la Revolución…
No todo es
ruinas, escombros y basureros en las esquinas.
Poco a poco
miles de hombres y mujeres intentarán llevar a los habitantes y visitantes, una
imagen renovadora, diferente y bella, de La Habana.
Y Carapachibey
seguirá junto a los fieles seguidores de la fotografía.
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