miércoles, 24 de abril de 2013

¿Por qué el nombre de Carapachibey?

     No, no voy a contar la historia de esa región del sur pinero, donde se asienta majestuoso el faro de igual nombre, a más de 90 kilómetros de la ciudad de Nueva Gerona, y el cual es considerado el más alto de toda América Latina.
   Cuando decidí tener una cuenta  “gmail” en el buscador Google, quise tenerla con una palabra que mostrara la pineridad, porque no solo nací en ese terruño, sino que defiendo mi condición de isleño en cualquier tribuna donde me encuentre: “el regionalismo es uno de mis mayores defectos o virtudes, según el criterio de cada quién”.
     Mi asombro fue mayúsculo al comprobar que a nadie se le había ocurrido utilizarla en los correos electrónicos, máxime cuando es una región conocida a nivel internacional y con una historia universal.
   No dudé entonces en llevar mi sueño de contar con un sitio propio en el internet con un nombre bien pinero, y así surgió Carapachibey, pero…, he aquí “el otro Carapachibey” que se adueñó del sitio y es el protagonista en los primeros artículos del blog.
   Un grupo de chicos de la Isla, un proyecto de modas, liderados por otro Evelio, no el fotógrafo, este, un reconocido coreógrafo y artífice de la cultura local, del cual conocerán en próximo artículo de esta página.
Medina, (Evelio), se enamoró del proyecto de su tocayo, y se convirtió en el fotógrafo personal del popular y polémico grupo de jóvenes de la islita caribeña, y gracias al atinado trabajo suyo, podemos apreciar hoy la variedad y calidad en ellos.
   Pero hay otro secreto del por qué Carapachibey para nombrar mi blog y fue el que me motivó a escoger el nombre.
   En el año 2000 surgió en la literatura de la Isla una revista cultura con ese nombre, y fue en diciembre de ese año que con el número cero, aparece en las librerías del territorio.
   En la contraportada de la portada el lector puede apreciar al faro del sur pinero, y en el crédito de la foto, el nombre del desaparecido amigo Evelio Medina Rodríguez, es decir, fue Eve a quien escogieron para eternizar en esa naciente publicación, el nombre de la revista y de esa región de la geografía insular, y las casualidades no están escritas, era lógico que después de las coincidencias, me decidiera definitivamente a nombrar Carapachibey a este sitio donde usted amablemente accede.
   Lo invito a escribirme y dar el criterio del mismo, será de gran utilidad para usted y para mí, porque las sugerencias, las opiniones, las críticas, son el nutriente para perfeccionar lo que nunca podrá llegar a serlo, pero sí mejorarlo.
   Desde la Isla de la Juventud...