Es sorprendente el
poder de la imagen, esa que es atrapada por el lente de una cámara y queda
congelada en el tiempo.
Aquí quedan los
recuerdos, las anécdotas, el sudor diario del sacrificio de hombres y mujeres
que han marcado una huella con su labor para las generaciones futuras de la
Isla de la Juventud, en Cuba.
Es el Paseo Martí de
Nueva Gerona, en su naciente Bulevar.