La Isla de la
Juventud es el territorio de Cuba al cual dediqué en los inicios el blog
Carapachibey.
Tierra que me
vio nacer y en la cual viví hasta el año 2011, sigue en la diaria añoranza por
un pasado que no se olvida y por la fuerza inigualable que tiene en nuestras
almas la familia.
Allá aún mis
padres y hermano.
Es como si el
amor se hubiese quedado definitivamente entre las dos sierras o lomas que
abrazan a la ciudad de Nueva Gerona.
Esas imponentes
lomas de mármol gris que en ocasiones desaparecen de la vista cuando un
torrencial aguacero bendice a mi terruño natal.
Desde mi balcón
pinero les regalo estas vistas.
Desde el balcón
de la sala se divisa una parte de la ciudad y tras ella Sierra Caballos, la
loma de la torre de televisión.
Días de sol, de
nubes, de lluvia, van trasformando el horizonte y en cada jornada se disfruta
una nueva pintura de Dios.
Desde el balcón
del patio vemos Sierra Las Casas, la imponente loma del mirador natural.
Esa que a
diario suben curiosos habitantes y visitantes para dejar plasmado en una foto
una de las vistas más hermosas sobre la ciudad capital de la Isla de la Juventud.
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