La
visita que haremos a través de este artículo es a un sitio de la geografía
habanera al cual toda familia con sus niños quisiera ir.
Es un
lugar donde la naturaleza forma parte de su entorno y que a mi criterio sin
ella no tuviese ese atractivo.
De
niño mis padres me llevaron allí, y también durante una de mis estancias en el
Palacio Central de Pioneros.
Les
hablo del Parque Lenin, inaugurado el 22 de abril de 1972, en honor a esa
personalidad de la historia de la ex URSS.
Uno
de sus mayores atractivos, después de la exuberante vegetación, es la Estrella
mirador, desde donde se puede divisar
parte de ese extenso parque recreativo de la capital cubana.
Los
gustados y populares “aparatos” son de gran aceptación por mayores y chicos,
donde hay cierta variedad aunque algunos rotos y fuera de servicio.
Encontramos
baños cerrados, áreas en total abandono, una escasa oferta gastronómica y la
que había con precios relativamente altos para los bolsillos promedio.
Eso
sí, muchos van y hacen su acampada o picnic con sus propios recursos y la pasan
bien, diferente, lejos del bullicio de la ciudad, del sonido de los carros.
Allí
encontraremos un ambiente campestre donde el trino de las aves y el fresco bajo
la sombra de los árboles, son una real bendición.
Se
agradece mucho una escapada a ese paraje del sur habanero, donde el cuerpo y el
espíritu lo van a agradecer.
Los
dejo con un amplio fotorreportaje, como regalo visual del blog donde la
fotografía es la protagonista.
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