Cuerpo que se dibuja tras ese maravilloso Dios que nos da
vida.
El sol lo acaricia con la brisa del mar y las olas le
salpican de sabor caribeño.
Un abrazo entre mar y sol para hacerle el amor en un ocaso
mágico.
Contraluz de rostro sin cara, de besos sin sonido, de
caricias invisibles.
Cuba, mi tierra, tu sueño convertido en realidad.
Fotos: Cortesía de Daiker González Barreto
Modelo: Yasmany Sánchez de Bardet
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