Dos de enero de
2019.
Inicio de año
en mi amada tierra pinera, en la Isla de la Juventud.
Un viaje
relámpago de solo tres días a la ciudad de Nueva Gerona, donde abrí los ojos
por vez primera el día 17 de noviembre de 1970.
¡Cómo te
extraño mi querida ínsula caribeña!
Estás en mi
mente y mi corazón, día y noche.
No solo la
presencia de mis padres, los seres que me dieron la vida, Dios mediante.
Ellos son mi
razón de existir.
Allí está
también su gente, sus calles, los sitios que caminé de niño, de adolescente.
Donde nací y
crecí entre esas majestuosas lomas de la otrora Isla de Pinos.
Allí quedó el
primer beso, el primer amor.
Allí mi
formación profesional.
Mis alegrías y
tristezas.
Mis esperanzas
y sueños que la vida me regaló.
En estas instantáneas
que regalo en mi blog Carapachibey, los rostros de personas que no conozco,
disfrutando de ese pequeño sitio de esparcimiento que es La Fuente del Bulevar
o Paseo Martí.
La familia
pinera con su sana alegría, con su humildad y manera de ser.
Cada detalle y
momento vivido me hacía erizar la piel.
Me adentro en
cada mundo individual y vivo cada risa, cada baile, cada deseo.
Dios bendiga a
todos los habitantes de mi islita, y que la existencia me permita ver un
desarrollo y prosperidad en ella.
Desde La Habana
hoy los añoro, pero habrá un mañana donde este pinero regrese y quedará
sembrado por el resto del universo.
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