Vista desde el cuarto piso de Radio Progreso, La onda de
la alegría, emisora que me acogió en su plantilla y desde donde llevo mi voz
desde Cuba y para el mundo
Estresa su manera agitada de llevar la vida, el ruido
ambiente por su interminable tránsito en sus calles, las carreras tras las
guaguas que paran fuera de lugar.
La Habana se sufre y se disfruta, se vive y sobrevive, se
sueña y se desvela, se odia y se ama, se comparte con habitantes y visitantes,
se entrega la vida en ella.
Parque central de La Habana, Cuba
La Rampa capitalina, un sitio por donde también se ven
los autos conocidos como almendrones
Infanta y San Lázaro, sitio histórico
Hotel Nacional, símbolo de la hotelería en Cuba
El Habana Libre, uno de los más populares de la capital
cubana
Agencia de Información Nacional en plena calle 23
Las palmas, también en el centro de la ciudad,
compitiendo con las alturas de sus construcciones
Como dice la canción: Sábanas blancas colgadas de los
balcones
De mármol blanco se visten esculturas y bancos del Vedado
Al lado del popular Gato tuerto esta hermosa construcción
del Vedado
Así se ve la popular y transitada Calle Infanta en el
amanecer del domingo
Se trabaja día y noche en la reparación de La Manzana de
Gómez para convertirla en el Hotel Manzana
Gran Teatro de La Habana, una de las construcciones más
hermosas de Cuba
San Lázaro y Marina, esquina de la primera parada del P
16 que nos conduce a Santiago de Las Vegas en el Municipio Boyeros
La Habana, sus calles, su gente, su estilo único