En mi estancia de cuatro días en la
hermosa tierra santiaguera me hospedé en el centro de la ciudad en una placentera casa de alquiler con vista a la
populosa Plaza de Marte, sitio desde donde se divisa gran parte
de la capital de la provincia.
La Plaza de Marte es de esos lugares obligados por todos los habitantes
de la tierra oriental y de sus visitantes.
Según la enciclopedia cubana,
ECURED, podemos conocer que:
Se
encuentra ubicada en Santiago de Cuba, es uno de los
sitios preferidos para refrescar el espíritu, tanto por santiagueros como por
quienes visitan la calurosa ciudad.
Se ubica en uno de los puntos más populosos
y altos de la urbe, ocupando unos cinco mil metros cuadrados, donde se hallan
concurridas calles como la legendaria Enramada.
En los
extremos norte y sur de la plaza dos grandes áreas de pérgolas, donde sobrepasan
del piso del parque dos enormes plataformas de granito pulido, formando
semicírculos, con accesos a las áreas exteriores.
Seis jardines, entre las sendas de entradas
y salidas de la plaza, armonizan con las áreas abiertas interiores, en cuyo centro
se levanta la solemne columna de la Libertad, con su gorro frigio coronándola,
protegida por cuatro inmensos cañones de bronce.
En esta plaza santiaguera, todo está
preparado para el perenne homenaje a lo que simboliza esa torre, de unos 20
metros de alto, consagrada al Ejército Libertador de Cuba, que combatía por la
liberación del yugo español, en las postrimer áreas del Siglo XIX.
En el espacio que ocupa hoy la Plaza de la
Libertad o Plaza de Marte, se ejercitaron antes los soldados y voluntarios del
ejército español que colonizaba la isla, luego los conspiradores cubanos, en
sus bancos trazaron planes para alcanzar la emancipaciónn de Cuba.
Este es un ámbito populoso, de mirada
alegre, sitio de queridas discusiones deportivas, culturales, históricas y
políticas, lugar de retozo de los más pequeños, espectador de románticas y
hasta furtivas citas de enamorados. Esta es la Plaza de Marte, o de la Libertad
de la siempre heroica Santiago de Cuba.
La forma en que están dispuestos los bancos;
precisa una visual hacia ese céntrico punto de histórica trascendencia; aunque
igualmente sobresale el área de retreta, y tres estatuas dedicadas a las
figuras de Perucho
Figueredo,
autor del Himno
Nacional Cubano;
al general de división Francisco Sánchez Hechavarría, primer gobernador
electo de la entonces provincia de Oriente; y del general de brigada
y distinguido cirujano e investigador, doctor Joaquín
Castillo Duany,
primer cubano explorador del Polo Norte, defensor de la
independencia cubana, quien acompañaba al General Antonio Maceo en la conquista del
Oriente al Occidente de la isla, y
subdelegado del Partido Revolucionario Cubano en los Estados Unidos, enérgico guía de
expediciones para los rebeldes cubanos en la contienda separatista de 1895. No podía faltar en un lugar como este el tributo al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y a los protagonistas de la lucha contra la tirania de Fulgencio Batista, capitán Montes de Oca y comandante Camilo Cienfuegos, a quienes el arrojo de este pueblo establecía dos bustos en este frecuentado perímetro.