Un
momento relevante en la historia de la localidad se inició el 13 de octubre de
1870 con el arribo a tierra pinera del deportado político José Julián Martí y Pérez, lo que significó
salvar para la historia patria al organizador de la Guerra del 95.
Martí
había sido sancionado a 6 años de prisión con trabajos forzados en las canteras
de San Lázaro, donde sufrió los rigores del presidio político de la época.
Muchas fueron las gestiones realizadas
por sus padres para la conmutación de la pena.
Don Mariano las inició con amigos y
conocidos, entre ellos con José María Sardá y Gironella, al cual parece que
conoció en sus tiempos como inspector de buques en el puerto de Batabanó, desde
el 26 de noviembre de 1868 hasta el 31 de enero de 1869.
Sardá era arrendatario de las canteras
de San Lázaro y poseía importantes propiedades en Isla de Pinos como fue el
tejar de Brazo Fuerte, la finca El Abra,
algunas casas en Nueva Gerona y varios lotes de tierras.
Además fue capitán del Cuerpo de
Ingenieros del Ejército Colonial y amigo del Capitán General de Cuba lo cual le
facilitó el realizar las gestiones pertinentes para la conmutación de la
pena de José Martí.
Por su parte, Doña Leonor inició
gestiones directamente con el Gobernador Superior Civil al que solicitó
indulgencia para su hijo menor de edad.
El día 5 de septiembre de 1870, el
Capitán General lo indulta y le conmuta la pena por la de ser relegado a Isla
de Pinos, ordenándose su traslado a la cárcel de La Habana, en la que ingresa
el día 30 de septiembre permaneciendo en ella hasta el 13 de octubre en
que fue llevado hacia la Isla, en calidad de deportado político.
Tomado
de la síntesis histórica del territorio pinero
Continuará…