Mi mente y mi corazón a diario, día y noche, se trasladan
a ese balcón en el apartamento de mis amados padres en la Ciudad de Nueva
Gerona, la capital de la Isla de la Juventud.
Regreso una y otra vez de vacaciones y me extasío al
mirar el horizonte e intento captar en imágenes las vistas que me regala la
naturaleza porque aunque parezcan las mismas fotos, en cada una de ella se
muestra un detalle diferente, las nubes y alguna que otra que baja para impedir
contemplar a plenitud la Sierra Caballos, esa majestuosa loma.
Se ve un destello del sol, la lluvia que baña a mi
pueblo, a lo lejos el mogote o Punta Colombo que abriga a las playas Punta de
Piedra y Paraíso.
El nueve plantas, el circulo infantil, la escuela
primaria, y desde el balcón del patio y mi cuarto la otra cara de la ciudad, un
nuevo barrio y a lo lejos la Sierra Las Casas, la loma del mirador natural de
la ciudad.
Un regalo visual en Carapachibey desde mi balcón pinero.