“La canción más dulce, más afinada, más
agradable al oído, es la que sale del corazón hacia la persona amada”
El asomo de una melodía recorre hoy la
habitación sombría de recuerdos.
Mientras toca con un suave gesto la pared más
próxima, se torna en flor.
Es ahí cuando mi corazón se disfraza de
artista y vuelve cada inspiración en una iluminada pasión.
Es cuando cada sentimiento mío se dilata y
deja correr las palabras que nunca imaginó mi mente.
Es cuando cada una de las cosas vividas acaricia
suavemente mi pecho.
Es cuando el trinar del silencio me grita que
sea feliz a pesar de no tenerte.
Todo se hace desconocido para mí en unos
segundos.
Todo se torna violento, porque no logro
recordar cada sonrisa nuestra, cada gesto tuyo, cada mirada penetrante de
pasión.
Le reclamo al aire por que sopla en la
dirección de mi infelicidad.
Le reclamo al aroma por qué no inunda de olor
esta vida que hiede en cada fallo.
Le pregunto a la soledad por qué me aprisiona
entre sus brazos invisibles.
Le cuestiono al dolor por qué me mata en cada minuto que
vivo.
Le pregunto a mi vida por qué soy yo y no
otro.
Y mientras todos me responden, termino esta
maravillosa canción, que aunque no pueda cantarla, no pueda sentirla, no pueda
mirarla, no pueda vivirla,
sé que la escuchas, sé que la cantas, sé que
le dice a tu corazón, en un gesto mágico de cariño, lo mucho que te amo.
Simplemente, porque cada nota en la majestuosa
partitura del destino está escrita con gotas de sufrimiento de mi amor
silenciado por tu ausencia.
Carapachibey y su creador, Ramón Leyva
Morales, se honran en esta ocasión con la publicación de una serie dedicada a
la poesía, al amor, siempre con imágenes que apoyen visualmente el discurso
poético de su autor, el joven Yasmany Sánchez de Bardet.
Un regalo para los seguidores del blog donde
la fotografía es la protagonista.
Nota:
Todas las fotos de esta serie ya fueron
publicadas en otros artículos de Carapachibey.
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