La capital de
todos los cubanos es su slogan en el Canal Habana.
Ya se puede ver
su obra en todo su esplendor a través de la “cajita” y su señal digital para
todo el país.
La Habana me ha
robado parte de mis días y noches en el ajetreo de guaguas, caminos y trabajo,
pero aún no me ha robado el alma que se mantiene intacta allá entre dos altas
sierras, las lomas de Nueva Gerona en la Isla de la Juventud.
Mi corazón
sigue a la orilla del río Las Casas en mi terruño natal.
Miles de
recuerdos, mi familia, mi vida toda se mantiene en vilo las 24 horas en es
ínsula de leyendas.
La Habana me
abrió las puertas a Cuba y al mundo a través de mi voz por las frecuencias de
Radio Progreso y Radio Rebelde, pero quedan los años de Radio Caribe donde
están las huellas de un maltrecho camino.
La Habana me cautiva
por su mar, su brisa fresca, su inigualable arquitectura, sus sombras en los
parques y su gente.
La Habana
también tiene su espacio en Carapachibey porque ella se lo ganó con este hijo
adoptivo.
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