Agosto de 2017.
Ocho meses
llevaba sin pararme en el balcón de mi casa en la Isla de la Juventud.
Se extraña y
añora esta vista sobre la ciudad de Nueva Gerona, la capital de la Isla.
Mirar al este y
perderse la vista en el mogote Punta Colombo, rodeado de mar y las playas Punta
de Piedra y Paraíso.
Esos amaneceres
que solo Dios es capaz de dibujar en una Isla.
A lo lejos
Sierra Caballos, la popularmente conocida loma de la torre de televisión.
Se respira la
paz de mi ciudad natal.
La familia es
motivo obligado para volver una y otra vez sobre estas imágenes, iguales y
diferentes.
Un regalo
visual de Carapachibey.
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