La Habana guarda miles de detalles tras sus paredes
corroídas por el tiempo, tras el paso indetenible por el tiempo que no perdona
el clima agresivo que la envuelve y la destruye sin apenas darnos cuenta.
También está La Habana que se renueva, que transforma sus
colores y luces para vestirse de gala ante el curioso visitante que no sale de
su asombro al verla mucho mejor que la publican algunos medios.
La capital de Cuba forma parte de mi vida, de nuestras
vidas, porque ella se crece para todos y va camino a sus 500 años de fundada.
En cada instantánea que se eterniza en Carapachibey va
plasmada parte de su historia, esa que va junto al tiempo para las pasadas, las
presentes y las futuras generaciones.
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