En la foto bella vista de la Escuela Vocacional de Arte
de la Isla, con su icónica torre.
En primer plano los techos y la torre de Etecsa.
Abarcadora vista de mi ciudad natal, Nueva Gerona, la
capital de la Isla de la Juventud, al sur de Cuba en el archipiélago de los
Canarreos del Mar Caribe.
Vemos el puerto pesquero, el cine Caribe, la iglesia
católica…
¡Ay mi entrañable ciudad!
Te recuerdo en la distancia y cada día te siento más
cerca.
Te sueño en cada noche de sosiego y al amanecer quisiera
irme a tu encuentro.
No existe día que deje de pensar en ti, no importa sea
una jornada de intenso sol de verano, de lluvias torrenciales o de invierno
gris.
Te dibujo en mi memoria y recorro cada palmo de tu
geografía, cada remoto paraje de tus entornos naturales.
Me dueles en la ausencia familiar, en tus noches quietas
y apacibles de tu hermoso bulevar.
Miro al cielo nocturno y no es igual, porque allá brilla
con más intensidad la luz de la luna y se divisa hasta la más pequeña y lejana
estrella del manto oscuro tras el horizonte.
Te veo en esas impactantes imágenes que nos regalas desde
el mirador natural de Sierra Las Casas, y escalo una vez más tus mármoles
grises para llegar a la cima de tu encanto maternal.
No estás lejos mi amada tierra.
Estás en cada latido de mi corazón, en cada aliento y
respiro, en cada suspiro de mi existencia.
Si hay una lágrima de amor es para ti.
Si hay un sufrimiento es por no tenerte en mis días noches.
Si hay un anhelo en mi vida es volverte a habitar y
dedicarme en cuerpo y alma a tu vida social y cultural.
Eres junto a mi madre la razón de vivir y en cada
artículo que regalo en Carapachibey, va el alma entera dedicada a ti, mi
terruño de mágicas sombras y eternos momentos de placer y gozo espiritual.
Dios te guarde y seas bendecida para tus habitantes y
visitantes.
Gracias por haber estado, por estar y sabes que siempre
estaré por ti y para ti.
Al final de calle 18 y ya en las márgenes del río Las
Casas, estas construcciones en ruinas las cuales fueron víctimas del huracán
Gustav en 2008.
Nuevo reparto en Saigón, al lado de lo que fuera la
Empresa Pecuaria, luego Escuela de Deportes.
Dentro de la vegetación donde se encuentra el tanque
elevado de agua radica el periódico Victoria.
El sitio es popularmente conocido como El poligráfico.
Al fondo la presa Capote, embalse de agua dulce donde
este pinero aprendió de niño a nadar.
Hermosa vista aérea de esta zona de la ciudad cabecera de
la Isla de la Juventud.
A más de ocho kilómetros del lente de la cámara esta
imagen capta parte de la loma que guarda las playas Bibijagua y del Estudiante.
Tres vistas diferentes desde la loma y su popular
mirador.
Mi ciudad natal es abrazada por dos imponentes Sierras,
la de Caballos en el este, tras la cual vemos el alba o amanecer, y Las Casas,
en el oeste, por donde disfrutamos el caer del ocaso, la tarde pinera.
Sin duda alguna una de las vistas más hermosas que se
divisa desde el mirador natural de mi ciudad.
Al fondo el mogote que se adentra al mar de la costa
norte pinera, Punta Colombo, sitio de nuestra geografía con dos playas en sus
laterales, Punta de Piedra y Paraíso o más conocida por El MININT.
En primer plano el ICP, los tanques que guardan el
combustible de la Isla.
En primer plano una de las grandes piedras de mármol gris
desde donde captamos estas bellas vistas de Nueva Gerona.
Bajo las nubes la ciudad se detiene en el tiempo y queda
eternizada en Carapachibey, el sitio donde la fotografía es la protagonista.
Vista de uno de los combinados procesadores de cítricos.
Las sombras de las nubes y el sol sobre Nueva Gerona
dibujan imágenes hermosas de esta ciudad que acoge al visitante cual hijo
adoptivo y lo guarda en su ceno maternal.
Otras inigualables imágenes tras el lente de
Carapachibey.
La vegetación de mi terruño es sano orgullo para este
pinero que desde la distancia y el tiempo la ama y tiene presente cada día y
noche de su existencia.
El Catamarán Iris entrando por el río Las Casas y
llegando al puerto de Nueva Gerona.
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