La Habana que
se dibuja de vivos colores.
Habana de
grises y negro.
Habana de día y
de tarde.
Habana que no
duerme y se esconde tras sus huellas de un pasado misterioso.
Habana tras sus
muros y esculturas, majestuosa y llena de vida.
Habana que me
acoge y no me deja ir.
Habana que me
embriaga y me hace descubrir sus más recónditos parajes.
Habana que me
ama y ha hecho que la ame.
Habana que me
aferra a su tierra.
Habana,
simplemente Habana, me rindo a tus pies.
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