Allá en mi entrañable Isla de la Juventud existen varias denominaciones
religiosas, cristianas o congregaciones de fe.
La más conocida quizás ha sido
la católica, la que casi siempre edificó su templo en el centro de la ciudad,
al lado de su principal parque.
De las cristianas sé de la de
Dios, la Metodista, Luterana, Pentecostal, Adventista, Bautista, en fin, todas
empeñadas en imponer su manera de pensar sobre un mismo Dios y su hijo Jesús
Cristo.
Están también los Testigos de
Jehová, congregados en casas o sitios muy sencillos, campestres, y que, aunque
temidos por muchos, también están dentro de los hijos del Señor.
Este artículo no es para emitir
criterio alguno sobre religión o creencia alguna, ya sea cristiana o Yoruba,
esa la que trajeron los esclavos de la Madre África.
En este lente artístico de
recorrido por la capital de Cuba, solo unas imágenes captadas para reflejar
esos detalles que no se escapan a los curiosos ojos del transeúnte.
No importa la creencia de cada
cual, todos somos hermanos, porque solo así, con el respeto a la diversidad,
con la unidad y comprensión, se podrá edificar una sociedad tan variada como la
nuestra, como la cubana.
Ramón Leyva Morales
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