Artículo publicado en
la primera plana del periódico Victoria de la Isla de la Juventud el sábado 3
de marzo de 2001 con foto de Evelio Medina Rodríguez y autoría de la periodista
Ana María Almaral Reyes, dedicado al Día Internacional de la mujer.
En cada amanecer su savia
La quietud, la belleza
silenciosa nos arrastran hasta este lugar de recuperación y forja. Las letras
de un vetusto amigo hoy son refugio, como lo fueron ayer, de él y sus
descarnadas heridas; Doña Trina las curó con amor y delicadeza tal como lo hace
una madre con su hijo, tal como sabemos hacerlo las mujeres.
Cada ocho de marzo invocamos
nombres como el de Clara Zetkin, pionera en declarar los derechos de las
féminas. El amanecer victorioso de enero nos entregó lo que en el siglo XIX
pidió Ana Betancourt para nosotras, igualdad de condiciones, las hemos sabido
cumplir lo mismo frente a cañones en tierras desconocidas que formando a las
nuevas generaciones o salvando una vida.
La mujer cubana y pinera no
conoce de límites, está en la primera línea de fuego salvaguardando las
conquistas de su pueblo, cumpliendo cada una de las tareas que se le asignan.
Ahora se impone una más: cultivarse, como rosa a diario, con ideas, con conocimiento
para que no pierda el encanto que ha caracterizado siempre a la criolla, que
aún careciendo realzó su esplendor con una flor en los cabellos.
Ramón Leyva Morales
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