Un día gris con una pertinaz llovizna que por momentos se
convertía en fuerte aguacero, fue el 23 de octubre de 2014 en el territorio
pinero.
Durante mis vacaciones a la Isla de la Juventud tenía en
proyecto la visita al otrora Presidio Modelo o Reclusorio para varones de la
entonces Isla de Pinos para captar imágenes para Carapachibey.
La lluvia durante varios días impidió que recorriera otros
sitios de interés de la hermosa ínsula de la geografía del archipiélago de los
Canarreos en el Mar Caribe, pero este lugar no podía dejarlo para otra ocasión.
Monumento Nacional, el conocido Presidio de la Isla me
recibía triste y al verlo presentí que se despedía de este pinero, me daba un
adiós.
En él se vivieron terribles historias carcelarias, dignas
de una película de terror.
Acudí solo, sin compañía alguna, y con la soledad entre
sus paredes, llenas de recuerdos, me dispuse a captar para ustedes sus ruinas
casi en derrumbe.
A un recorrido les invito en estos fotorreportajes del
blog donde la fotografía es la protagonista.
Comencemos entonces en una de las cinco tenebrosas
circulares que guardan las huellas de la historia de un pasado en mi tierra natal.
Circular número 1
Pararse frente a la entrada de esta majestuosa obra
constructiva causa una sensación de soledad
Ya en su interior, las huellas del abandono y del tiempo
causan graves estragos en significativa y colosal construcción
Mirar las cúpulas que daban cobija a los reclusos en
estas circulares, da la impresión de que el cielo se traga definitivamente la historia
pinera
El verdor y variedad de la naturaleza pinera invade los
interiores del Presidio, un sitio donde compartieron celdas varias generaciones
de cubanos
Los escombros se apoderan de un presente que poco a poco
borran la Memoria pinera
Llegar a las alturas de las circulares del Presidio es de
gran peligro por lo que no lo recomiendo a los visitantes
Vistas del Presidio desde el último piso de la Circular 1
En tierra de nadie están los valiosos objetos que ahora
son saqueados por manos inescrupulosas
Esta añeja botella de cristal al parecer tiene también su
historia en el pasado del siniestro sitio
Interior de uno de los baños de las circulares
Cientos de pinturas salidas de las manos de los presos
del Reclusorio pinero podemos apreciar en sus paredes y la mayoría de ellas
borradas por el tiempo o las propias manos de otras personas que no supieron
valorarlas
Entre lo feo y lo bello, lo verde y lo gris, lo natural o
lo construido, un sitio donde la historia dejará de ser real para pasar a los
recuerdos en imágenes como estas