Quince de octubre de 2014.
Regreso a la Villa de las aguas, a La Cuna del Sucu Suco,
a esta tierra bendecida con milagrosos manantiales.
La Iglesia de Santa Fe en la Isla de la Juventud me
acogió en la soledad y paz de su interior, ya restaurada después de “Dios y
ayuda” como dice el viejo refrán.
Y como me decía mi fiel amigo Evelio Medina, inspirador
de este blog, “No hay nada más seguro que un día tras otro” y al fin llegó ese
día para la Iglesia de Santa Fe, el segundo poblado en importancia en la bella
ínsula caribeña.
Muchos años ese local ubicado en la colina aledaña al
parque del poblado, sirvió de sede a la Casa de Cultura y tras el lógico
reclamo de las autoridades católicas y los feligreses de la localidad, se hizo
realidad un sueño y deseo.
Sencillo y acogedor el templo pinero dedicado a la
Patrona de Cuba, a la Virgen de la Caridad del Cobre, dignifica a los
santafeseños.
Bien saben los habitantes de la mayor Isla de las
Antillas la relación que existe entre el catolicismo y la religión yoruba, con
el sincretismo que existe entre España y África.
La Virgen católica cubana y la Oshún del Panteón yoruba
para muchos es una sola deidad y la vinculan a las aguas de ríos y arroyos.
Santa Fe se caracteriza por ser tierra de curativas
aguas, con propiedades milagrosas para la salud humana, y aunque en los últimos
años la mano del hombre ha provocado la contaminación de importantes sitios, esperemos
que los poderes sagrados y de La caridad y de Oshún, devuelvan al poblado su
esplendor curativo conocido mundialmente desde la etapa de los primeros
habitantes de la Isla.
Se cierra así una serie que comenzó con una dura crítica
al estado deplorable en que se encontraba el local.
Conozcan en imágenes en los siguientes links: