Los nacidos en
la Isla de la Juventud y que nunca
salieron del territorio, no conocieron del sabor exclusivo del guarapo, sino
hasta que se autorizó la siembra de la caña de azúcar y la elaboración de la
popular bebida.
En mi caso, recuerdo haber probado por vez
primera el delicioso guarapo en una de las visitas a la provincia de Villa
Clara, junto a mi amigo Evelio Medina Rodríguez, quien nació en el municipio
Quemados de Güines y aún tiene parientes por allá.
Curioso que mi familia es de Puerto Padre, en
Las Tunas, y nunca tomé guarapo por allá, aunque sí comía caña hasta dejarme la
boca pelada.
Que los pineros cuenten ahora con esta
opción es un real regalo para el paladar.
Continuará…