Recurro a la fotografía en blanco y negro en
Carapachibey, sitio inspirado en el eterno amigo Evelio Medina Rodríguez.
Lo recuerdo en su laboratorio del Poder Popular con su
cámara de rollos y revelando los negativos en el cuarto oscuro.
Me enseñó el arte y valor de las imágenes donde los
grises tienen su encanto.
Un regalo visual desde La Habana, esta cosmopolita ciudad
que nos recibe con su indescifrable arquitectura.