El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo
suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza
de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta.
El amor nunca dejará de ser…
“Corintios XIII”