Mi querida Gerona, cuánto te necesito en mis días y
noches de anhelos e interminables recuerdos de infancia y juventud.
Revives en cada detalle que me ofreces en las fotos que
te dejas captar en las visitas de este hijo tuyo.
Pinero soy y con orgullo lo digo a cada conversación y en
cada momento que la radio me lo permite en mi profesión.
Allá dejé no solo a mis amados padres, allá dejé parte de
mi vida, esa que ya no volverá jamás y que me regalaste en mi andar cotidiano
por tus calles.
Gerona, te necesito en mi hoy y mi mañana, te guardo en
mi corazón y mi alma se escapa día y noche para recorrer tus paisajes, tus
bellos parajes de tierra insular y caribeña.
Gerona donde nací y cuna de mis mejores momentos, terruño
donde amé y me entregué en cuerpo y alma a relaciones que me aportaron no solo
el placer de la carne sino también la experiencia necesaria para aprender a
amar más y mucho mejor.
Gerona de lágrimas y alegrías, de noches interminables y
solitarias, de amigos que ya no están, de amores fugaces y otros que dejaron
huellas imborrables en mi memoria y en mi corazón.
Gerona, gracias por estar para mí, por seguir existiendo
en mi vida, en mis deseos, en mi vida.