Una bendición de la naturaleza
Una bendición de la
naturaleza lo constituyen, sin lugar a dudas, las aguas mineromedicinales del
poblado de Santa Fe.
Están compuestas por
carbonato de cálcico magnesiano, gases raros, dióxido sulfúrico, dióxido de
carbonato y carbono, una flora microscópica no patógena que produce
aminoácidos, proteínas y antibióticos y una radioactividad baja.
Todas estas
propiedades confieren acciones curativas contra múltiples enfermedades, entre
las que sobresalen la bronquitis, la artritis y los dolores articulares.