Se va el día, con él,
proyectos inconclusos, horas perdidas por no valorar el tiempo.
El ocaso pinero en la mágica tierra inspiradora de La Isla
del Tesoro, en la ayer Isla de Pinos, en la hoy Isla de la Juventud, en pequeño
sitio de la geografía del archipiélago de los Canarreos al sur de Cuba.
Imágenes de
gran valor paisajístico, de un arte universal hecho por la mano del Creador divino de todo lo bello de este mundo.
En cada caída
del día, romances con la espera de noches ardientes, lágrimas por la lejanía de
la persona amada o la pérdida de ese amor que ya se sabe no volverá, como sí lo
hará ese astro rey que da vida, luz, alegría y regresará al siguiente día para
regalarnos la esperanza.
Es La Isla
donde cada ocaso es un cuadro irrepetible, donde cada detalle entre luces,
sombras, árboles y naturaleza toda, es un regalo al final de cada jornada.