(Entrevista que nos concediera en la radio revista RP
105 de Radio Progreso, La Onda de la alegría)
De pequeño, recuerdo una sensual y bella voz
que me llegaba desde Radio Progreso a través aquel añejo radio Rodina, en la sala de mi
casa.
Ya de
joven, amante empedernido de la radio, descubrí la seña de Radio Habana Cuba, y
aquella voz seguía cautivándome con su calidez y musicalidad inigualable.
En la
identificación de la emisora internacional, estaba la que para mí ya era “La
voz de Cuba”, porque se repetía una y otra vez en la radio y televisión
nacional.
¡Quién me
iba a decir a mí, que en el 90 aniversario de la radio cubana, tuviera la
posibilidad de compartir los micrófonos con ella, y sustituirla, a petición
suya, en uno de los noticiarios de la radio nacional!
Cada
domingo tengo la dicha de presentarla en una de las secciones de la radio
revista RP 105, y hay que estar en la piel y el corazón de un profesional de la
palabra, para conocer lo que se siente al vivir estos momentos junto a Lilia
Rosa López.
Premio
Nacional de la Radio 2007, santaclareña, pertenece a la Comisión Nacional de
Evaluación, muy exigente, pero a la vez muy justa en las calificaciones, voz del espacio televisivo de efemérides
diarias, “Este día”, y voz exclusiva de la emisora de la familia cubana, en
espacios como Serenata mexicana, Por nuestros campos y ciudades, Discoteca
popular, En vivo y directo, Tríos en la noche, La poesía, o Mi rinconcito…
Premio Violeta Casal de Locución, ¿Qué significa para usted
este reconocimiento?
Como todos
los reconocimientos, para cualquier persona, significa muchísimo, que
reconozcan la labor que tú realizas diariamente, pues es siempre un privilegio,
se recibe con mucho agrado, este
específicamente lleva el nombre de Violeta Casal, que para mí tiene una
significación especial, porque la conocí personalmente, tuve la satisfacción de
trabajar junto a ella durante algunos años, en Radio Habana Cuba, conocí de su
gran sensibilidad, desde el punto de vista artístico, desde el sentido de la
humanidad, y además porque fue una compañera muy valiente, ya que como todos
conocemos, fue la locutora de la Radio Rebelde, que fundara el Comandante
Ernesto Guevara en La Sierra, y esa voz la conoció todo el pueblo de Cuba,
antes y después del triunfo de la Revolución.
Pronunciar el nombre de Lilia Rosa López,
es decir entrega total en cuerpo, sangre y alma a la locución, ¿Qué importancia en su vida, a esta abnegada
labor artística?
Como tú
dices, sí he dedicado lo mejor de mi vida a la locución, es importante porque los locutores llevamos
un mensaje a la radio audiencia, casi desde que comencé en Radio Habana Cuba,
tuve los elementos suficientes para tener la certeza de que nuestros mensajes
llegan a rincones que tú ni siquiera imaginas que pudieran llegar, de nuestro
planeta..., recibir cartas desde muchos
lugares del mundo, y eso es muy importante para un profesional, de ahí a que yo
conceda tanta importancia a que el mensaje que tú emites, llegue de la mejor
manera, con la claridad, la veracidad, y he trabajado por eso durante muchos
años, he tratado de perfeccionar lo mejor posible, y para ello he estudiado
periodismo, magisterio, idiomas, lingüística, y estudié con los profesores de
Santiago de Cuba, Vitelio Ruíz y Eloina Millares, con quienes trabajamos Gladys
Goizueta, Luis Alarcón, durante varios años de la década de los 80, que ellos
venían a impartir clases a La Habana, y fueron años muy bonitos, que aprendimos
mucho con ellos, y como le concedo tanta importancia al trabajo, lo desempeño
con mucho amor, con mucha dedicación, desposeída de todo interés material, y
aún hoy realizo para Mundo Latino algunos trabajos por los que no percibo
dinero alguno, porque lo comencé con ellos hace 40 años, cuando aún no era
Mundo Latino, donde se realizaban menciones, trabajos periodísticos
importantes, y entonces eso fue en la época del trabajo voluntario, y cuando
pasan a ser lo que son hoy, me pudieron llevar los papeles para pagarme, y dije
que no, ya que no me parecía lógico que después de cuarenta años trabajando
desinteresadamente, me pagaran.
He
conocido que a usted le interesó siempre el arte del canto. Háblenos de ello.
Ya no
canto, pero sí oigo mucha música, y me hubiera gustado mucho grabar un disco,
ya profesionalmente, y no como cantante, ya que no me considero como tal, pero
sí tengo mi carné, y sí, yo me examiné como cancionera en los años 60, fui muy
atrevida al hacerlo, y el tribunal lo integraron La pequeña Aché, (Mercedita
Valdés), Miguel Ángel Ortiz, quien fuera llamado La Media Voz de Cuba, Miguel
Enríquez, y el pianista que me acompañó fue Candito Quintana.
Usted es ejemplo cuando se va a hablar de buena locución, de profesora desprendida a la hora de transmitir sus enseñanzas, no solo en el buen decir, sino en la disciplina diaria, en la vida misma.
Lilia
Rosa y Radio Habana Cuba, y Lilia Rosa y Radio Progreso.
Trabajé
durante 20 años en la emisora internacional, la emisora todavía continúa
identificándose con mi voz y la de Alcorta, y por razones personales de la
atención de mis hijos, y los horarios que tenía que trabajar, pues tuve que
desvincularme algún tiempo de Radio Habana Cuba, y continué realizando durante
muchos años, algunos programas, sin que me pagaran nada a cambio, ya que eran
espacios que ellos consideraban eran míos, ya que los hacía habitualmente, y
entonces comencé en Radio Progreso, no sin haber llorado bastante, porque soy
muy apegada a los lugares donde me encuentro, por ejemplo, si me dijeran ahora
mismo que tengo que permutar de casa, eso sería muy traumático para mí.
Refiérase ahora al hecho de ser madre, de
tener una familia.
Ser madre
es lo mejor que me ha podido pasar en mi vida, para cualquier mujer es una gran
realización, y yo me siento muy realizada. Tengo dos hijos, y para mí no hay mejores hijos que los que
tengo, son muy buenos como profesionales, disciplinados, se quieren mucho, los
eduqué de manera que no discutieran, que se llevaran bien, y sea aman, y eso me
hace muy feliz. Son muy buenos hijos, muy buenos amigos, a qué más podría
aspirar una madre.
Háblenos de su hija Amor Lilia Pérez, ¿Por
qué el nombre de Amor?
Mi hija se
desempeña en La Scala de Milán, como cantante lírica, es Contra Alto y Meso
Soprano, y Amor porque es realmente un amor de persona, además, al nacer los
niños no escogen los nombres, y como ellos son fruto del amor, se decidió, en
el caso de mi hija, combinar la palabra Amor, con mi nombre, y en el caso del
varón, la palabra Amor al revés, es decir, Omar.
Sí,
Omar, que es un profesional de nuestra emisora, de Radio Progreso.
Es
escritor y traductor, quise que los dos
pasaran un curso de Locución, por la importancia que le concedo a mi profesión,
y ambos se hicieron locutores, y fueron alumnos de Carmen Solar en el programa
“Corresponsal rapilisto”, ya muy niños los llevaba a la emisora, y Carmen los
enseñó a leer para la radio.
En una ocasión hizo falta que un locutor
asumiera el programa de La Poesía, que a la muerte de Suardíaz, el cual leía
los comentarios, y dos locutores leíamos los poemas, pues el programa necesitó
una voz, y entonces la directora que es Aída La O, conociendo que Omar acababa
de ganar el Premio Nicolás Guillén, que estaba vinculado a la literatura, y
además que era locutor, aunque no se desempeñaba como tal, me pidió que me
encargara de comprometerlo, y de convencerlo, y desde entonces comparte conmigo
el espacio de La Poesía.
Precisamente la poesía es una faceta en su
vida profesional, que sale desde el corazón, al escucharla en ella.
Todo lo
que yo hago es desde adentro del corazón, y guardo muchísimos poemas, en
papelitos ya amarillos por el paso del tiempo, y es el valor que le doy también
a la poesía.
Gustos y preferencias de Lilia Rosa.
Me gustan
los espaguetis, la pizza, el color azul,
sobre todo el turquesa, la combinación entre verde y azul, esos tonos, y
no es mi color, ya que de acuerdo con mi signo, según los especialistas que se
dedican a ello, el que me corresponde es el rojo, porque soy Aries, como signo zodiacal, pero
no es mi color preferido.
Cantar,
que fue lo primero que hice, es otro de mis gustos, y recuerdo que en Santa
Clara había una emisora llamada CMHX y el dueño era un señor que se llamaba
Salvador Almansa, y había un programa infantil, cuyo locutor era Chucho
Fernández, hermano de nuestra Teresita Fernández, y otro locutor, que
posteriormente se llamó artísticamente Mario Montes, y fue locutor de Radio
Habana Cuba, y mi padre nos llevaba a aquella emisora, a mi hermano y a mí, a
cantar en aquel programa infantil, y desde ese momento me empezó a gustar el
micrófono y ese ambiente artístico, y posteriormente visitaba varias emisoras
de radio allá en mi provincia, y seguí entonces mi vocación hasta el día de
hoy.
Me gusta mucho el bolero, pero también me
gusta la guaracha, ya que siempre fui una gran bailarina.
¿Qué consejos nos daría a los que nos
iniciamos en el mundo de la locución?
Mucho amor
hacia el trabajo que se realiza, mucho respeto por las personas que te rodean,
porque todos son importantes para la realización de un programa, y algo que
muchos olvidamos, y es no pensar que ya lo sabemos todo, ya que no sabemos nada
realmente, cada día aprendemos algo nuevo, algo útil, algo que nos llega de una
persona a la cual no le hemos concedido toda la importancia que tiene, creemos
que no sabe nada, y nos llega de esa persona, incluso de los jóvenes, porque de
ellos se aprende muchísimo, y hay que saber aprender cada día.
Usted es ejemplo de sencillez y humildad, a
pesar de los innumerables premios recibidos, ¿Existe alguna receta donde tomar
para seguir su ejemplo?
Precisamente
la grandeza del ser humano está en la sencillez, en la humildad, y eso lo aprendí de figuras muy importantes
que tuve la posibilidad de conocer bien de cerca, que han sido grandes y son
personas muy sencillas, y eso es algo que no me va a abandonar nunca, y no creo
que haya alguien tan grande que crea sentirse por encima de los demás, y es
verdad que muchos se equivocan y te miran por encima de los hombros, y no te valoran, y siempre he despreciado eso, y
lo que hay que ser, estar, trabajar, sentir un respeto por todos los que te
rodean, y como te decía, no se sabe nada, aquí mismo he aprendido cosas contigo,
aunque tú no lo creas.
Menciónenos
algunas de las personas que usted ha considerado parte de sus amistades.
Algunos de
ellos, de los que no nos acompañan ya, como por ejemplo Aldo Lavandera, Manolo
Ortega, Ángel Hernández, Héctor de Soto, personas que me enseñaron con su
ejemplo, a trabajar mejor, a ser mejor
cada día, y compañeras muchas, como Gladys Goizueta, pero hay algo que quiero
remarcar, no tengo un amigo o amiga en particular, ya que todos son mis amigos,
los quiero, los admiro y los respeto, y sobre todo tengo grandes amigos, que
son mis oyentes, algunos de los cuales visito a su casa, y no para satisfacción
de ellos, sino para mi satisfacción personal, y algunos inclusive solo los
conozco por teléfono.
Yo tengo
jabas en mi casa con cientos de cartas, de los oyentes de mi programa Tríos en
la noche, y del espacio Serenata mexicana, el cual salió al aire en el verano
pasado, y aún se mantiene a petición de miles de oyentes, es otro de los que me
ha reportado gran cantidad de amigos.
Defínase usted como cubana.