domingo, 7 de abril de 2013

Sombras del Caribe

 


Las sombras van atenuando los colores de la tarde, los rayos del sol reflejan dibujos en el horizonte, que solo la madre naturaleza es capaz de ofrecernos.
   Un día más, y uno menos del calendario, de nuestro tiempo, de nuestras vidas.
   Cada ocaso es una fiesta diferente al espectador, desde una apacible e interminable playa, el monte acariciador con sus olores de frutas, desde un balcón de la ciudad…
   No deseamos que se termine el día, aún nos quedan proyectos por finalizar, pero él, lentamente, va cediendo su sitio a la manta oscura y misteriosa que nos acompañará durante la noche.
   Es el ocaso, el que nos regala al cierre del día el astro Rey, que no se resiste a continuar dando existencia a cada ser viviente del Universo.
   En el lente, la tarde de una isla caribeña que atrapa la magia final del día.
   En mi Isla de la Juventud, la del archipiélago de Los Canarreos, al sur de Cuba.   
 

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