Más de esta serie de imágenes captadas en las calles habaneras con sus
balcones donde cada uno tiene su sello característico y muestra sus
interioridades a la luz del transeúnte, como un desnudo del cuerpo de sus
habitantes.
Lo mismo ves en ellos la ropa
interior de la abuela que el hilo dental de la nieta o el uniforme de la
bisnieta.
Calzoncillos al aire, no ya las
“sabanas blancas colgadas de sus balcones”, como reza una popular canción
identificativa de la capital de este bello archipiélago.
Somos así, con una arquitectura
diferente, variada, cubana…