Seguimos de recorrido por esos detalles que nos regala la mágica
naturaleza, el entorno que nos rodea, ese magnetismo que nos atrapa y que la
mayoría no se detiene a contemplar.
Son seres vivos, tan
vivos como nosotros, lo mismo puede ser el añejo tronco de un árbol, que el
agua estancada después de llover, o un pequeño helecho aferrado a la pared; las
empinadas palmas del parque, o las sombras que refleja el sol.
Lo verde que nos
rodea, de donde nos nutrimos los pulmones, con lo que refrescamos nuestro
cuerpo, y así, entre ir y venir, están ahí, a la espera de ser descubiertos
esos pequeños detalles de nuestra naturaleza.
La Habana y sus
detalles en Carapachibey.