La vida trascurre así, entre
miles de personas a las cuales no conocemos, no sabemos dónde viven, de dónde
vienen, cómo se llaman, y caminamos día tras día entre lo diferente, entre lo
mismo o el cambio, con pasos apurados, agitados por el estrés diario de esta
gran capital de Cuba, La Habana.
Y miramos a nuestro alrededor
para captar las imágenes de su vida, del costumbrismo en este ir y venir.
Los agentes de la PNR, los
teléfonos públicos casi siempre fuera de servicio, la gente desesperada porque
no llega la guagua, los niños con su inocencia y sin preocupaciones jugando
en sus parques, los ómnibus Habana Bus Tur en recorrido constante llenos o
vacíos, el mecánico del bario inventando salvar el carro…
Es La Habana, sus imágenes de
ayer, de hoy y de mañana, porque la vida transcurre así, sin cambios, con la
monotonía y a la vez la vorágine que nos lleva al estrés…