Interesante y a
la vez curioso artículo publicado en el periódico Victoria de la Isla de la
Juventud, el sábado 11 de agosto de 2001, por el ya desaparecido historiador
pinero Juan Colina La Rosa, dedicado al teatro Rialto, más conocido por Victoria,
hoy en ruinas en pleno Bulevar de Nueva Gerona
Aún permanecen en mi memoria los
momentos aquellos de las puestas en escena de muchas obras en el teatro
Victoria. Fragmentos de distintas piezas montadas por el Ballet Nacional de
Cuba; conciertos de piano por los más famosos intérpretes cubanos; recitales de
la llamada música popular y las actuaciones de grupos de teatro de distintos
lugares del país, así como los del patio formados por aficionados y otros
profesionales. Además de la posibilidad de apreciar un que otro filme.
Sin lugar a dudas, el teatro Victoria, nombrado así desde 1967, logró
convertirse en un espacio donde los pineros podían invertir parte de su tiempo
libre, de una manera culta.
Con el tiempo, y el andar por los caminos de la historia, encontré este
lugar con el nombre de teatro Rialto.
Sí, Rialto, es muy posible que muchos miembros de la generación actual
no sepan de este. Sin embargo, todo parece indicar que ya en la década del 20
del pasado siglo, era una realidad.
En una foto de esa época se puede apreciar el
escenario con un grupo de figuras de la cultura de aquellos momentos, y como
asientos, unos bancos grandes con espaldar de madera. Ya en 1931 se observa el
mismo escenario pero sin los bancos, sino con butacas reclinables de madera,
bien trabajadas con pajilla en el respaldo.
Cuando converso con los pineros viejos, sobre todo, los que están por
arribar a los 70 años, recuerdan cómo, casi en el mismo local pero con acceso
por otra puerta, se encontraba la mesa de billar, separada por una pared y la
pequeña heladera de Juan Elejalde, quien con las ganancias de la venta de las
paleticas y helados, pudo levantar la cafetería Nora (hoy Día y noche), al lado
del teatro.
De igual manera recuerdan los asientos colocados en el piso de arriba al
lado del proyector de películas, a donde se subía por dos escaleras laterales.
Ninguno olvida el valor de las entradas, primero a cinco centavos, después a
diez y ya al final a 20.
Claro, en aquellos momentos conseguir un medio, un real o una peseta,
como se decía entonces, no era tan fácil como hoy.
Hilda Torres Hernández, hija de Eleno, último de los propietarios, quien
lo compró a Amado Mateo allá por los primeros años de la década del cincuenta,
me dijo que ella iba al Rialto para ver las películas de estreno y que nunca se
le ha olvidado la llamada Lo que el
viento se llevó, fue espectacular, pues durante tres días se mantuvo
totalmente lleno.
También recuerda haber visto algunas de las obras escenificadas, sobre
todo en las que actuó el grupo de Enrique Arredondo, así como otros del patio.
Para revivir los momentos más cercanos, nos habló Orlando Núñez, pinero,
quien desde niño estuvo vinculado al teatro y conserva una foto donde actuó en
aquel escenario en una actividad de mimos.
Una figura de quien necesariamente, al hablar del Rialto se debe
mencionar, es la de Lino Muñoz Riol, lo mismo hacía de torero, cantante,
bailarín que de negrito pintado en las piezas de humor.
Después de andar un poco por la historia de esa institución, convencido
estoy que ella ha sido un lugar de esparcimiento, educación y cultura para la
gran mayoría de los pineros, y sobre todo una de las más importantes durante
mucho tiempo.
Hoy es un reclamo de la población la reapertura del teatro de Nueva
Gerona.
Se puede decir, que ya, además de la voluntad, existen los primeros
recursos para dar inicio a la tan esperada restauración, y esperamos no pase
mucho tiempo para poder apreciar en su sala nuevas puestas en escena como del
grupo TIJO, Pinos Nuevos, danza española y otros muchos espectáculos, que
sirvan para enriquecer el acervo cultural de todos los habitantes de este
pedazo de tierra cubana.
Ramón Leyva Morales
Que lindo es poder leer historia local de nuestro terruño, enriquece el alma y alegra el corazón saber que hemos contado con explendidos lugares de interés patrimonial y cultural. Seria muy bueno que se rescatara El Teatro "Rialto" ó como es conocido por los más contemporáneos Teatro "Victoria".
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