La Habana, la capital, la que se muestra al mundo tal cual es con sus
defectos y virtudes, con sus paredes despintadas o sus retoques en la zona del
Casco Histórico, la ciudad de miles de ciudadanos de todos los rincones del
país.
Al amanecer, de día,
al atardecer, de noche, ella te recibe bulliciosa, alegre, agitada, igual y
diferente.
Me sigue estresando
esta Habana para todos los gustos, para todos los proyectos y ambiciones
personales.
Sus detalles se
descubren a cada paso que damos, porque nunca deja al descubierto sus secretos,
esos que hay que buscar en cada rinconcito de su majestuosidad.