sábado, 4 de enero de 2014

Pilares de Radio Progreso, Caridad Martínez y Alberto Luberta




Entrevista concedida a la radio revista matutina dominical RP 105 de Radio Progreso, La Onda de la alegría, en La Habana, Cuba
   Dos de las personalidades de la cultura nacional nos honraron con su presencia matinal en la revista RP 105. 
   Sus nombres identifican a La emisora de la familia cubana, ella con su talento profesional en los dramatizados que se gestan cada día en el edificio de Infanta 105 de La Habana, y él, alma inspiradora de uno de los espacios más populares de todos los tiempos en la radio cubana, Caridad Martínez, y Alberto Luberta.
    Pilares de la Onda de la alegría, y una pareja a imitar en los caminos del amor.
   Ustedes son en la vida familiar y profesional un ejemplo a seguir. Y hablando de amor, nada mejor que cada uno nos diga cómo se ven. Que Luberta nos diga quién es Caridad, y Cari nos ofrezca sus criterios acerca diga de quién es Luberta.
   Yo no sé, no tengo palabras para describirlo, son 45 años compartiendo  la vida con Luberta donde nos une el amor. Somos una pareja feliz y como todos los matrimonios pudimos tener nuestras altas y bajas pero siempre con el respeto y la felicidad primando en el matrimonio. 
   Para mí, digamos también que en Luberta además del esposo, del valor de mi vida, pues el amigo, el compañero, la persona a la cual le consulto, digamos por ejemplo, cosas de trabajo, de la facultad, cualquier cosa donde él me puede dar su criterio, aunque no llevamos el trabajo a la casa, y sí, a veces nos poníamos, cuando los muchachos estaban todos con nosotros, ha hacer alguna que otra tertulia. 
   En él tenemos al gran humorista, y de ello no tengo palabras con qué describirlo, porque son tantos años viendo su dedicación, y aunque a él no le gusta que le digan esta palabra, ¿cómo fue que en una ocasión Enrique Núñez Rodríguez te dijo?, ah, ya, Mártir esclavo de la radio, y tú dijiste que no, que no eras Mártir, y entonces al decirle esclavo, pues entonces tampoco esa debe de ser la palabra, pero sí la dedicación al trabajo, que aunque llueva, truene o relampagueo, suceda lo que suceda, Luberta se levanta temprano, antes, cuando nosotros nos casamos él escribía por la tarde, comenzaba a escribir a la una lo que se iba a hacer ese día, pero después varió y escribe en la casa, y entonces eso no se viola por nada, incluso lo que es más importante, el ejemplo que ha sido para los hijos nuestros que se convirtieron después, sin nosotros proponérnoslo, en personas de la radio, y en todo momento hablan de ese ejemplo que su padre les dio.
   ¡Con cuánta emoción Caridad habla de Luberta!, y ahora nos gustaría escucharlo a usted hablar de Cari.
   Bueno, prácticamente ella dijo todo lo que puede pasar en la casa, en el matrimonio, la familia, los hijos, los nietos, yo lo que te puedo decir es que ella habla de mi consagración a la radio, pero ella también. 
   La única actividad que ella ha hecho de trabajo en su vida, es esto, aquí en Radio Progreso. Ella se inició aquí en el año 1961como copista, y fue ascendiendo, directora…, entonces yo creo que ella ha sido en Radio Progreso, como tú dijiste al principio, ha sido “un pilar”, y sí, ha sido un pilar, una de las columnas esas que están en la entrada, es Caridad Martínez, por su dedicación, y más bien decir por su consagración a la radio, porque, además, es eso lo que requiere precisamente la radio, no se puede entrar a este medio sin uno estar dispuesto a darlo todo. 
   Nosotros nos hemos criado en el medio. 
   Yo comencé muy temprano en la radio, en el año 1947, tira para allá atrás para que tú veas, en CMQ de Monte y Prado, y hasta ahora, el día primero de julio de 1947 entré a una emisora de radio por primera vez, y todavía no he salido, y ya te digo, y aquí e Radio Progreso cuando se dice La emisora de familia cubana, nos incluye a nosotros.
   Al inicio decíamos que ustedes son un gran ejemplo a seguir, un gran libro donde al darle su valor, siempre se aprende. Pero como estamos en la emisora de la familia cubana, donde ustedes son de esos pilares fundamentales, nos gustaría conocer cómo son por dentro. Qué es lo que más les gusta en la casa a esta pareja de invitados especiales de RP 105.
   Luberta: A ella cocinar, en eso yo soy novato novato, como los cuatro gatos. (risas)
Caridad: Yo tengo cuatro gatos. Uno de ellos es mi mascota. Ninguno tiene nombre, yo les digo Michu, michu, michu (risas), pero tuve uno que se llamaba Patroclo, y este no tiene nombre.
   También tengo un patio donde tengo diversidad de plantas y me gusta mucho cultivar las medicinales, soy fanática a la medicina verde, y yo le tenía miedo a la jubilación porque yo decía que la casa a tiempo completo le tenía miedo, y será que cuando tenía 17 años al comenzar aquí, y siempre he compartido los trabajos de la radio con los de la casa, y si no estoy en Radio Progreso, pues estoy ben la Facultad de los Medios Audiovisuales dando clases, pero estar en la casa a mi me satisface mucho porque cuido mis plantas, trato de arreglar mi casa, y cocinar, porque la cocina me fascina.
Luberta: Bueno, yo ni cocino, ni lavo, ni plancho…, yo me dedico en mi casa a leer, a ver pelota, porque siempre he sido de los azules, industrialista.
Caridad: También estando en la casa pongo a Radio Progreso, a sintonizar mi emisora. Sufrí mucho durante dos meses porque el radio no quería escucharse, se rompió. Entonces busqué una grabadora vieja y se oye Radio Progreso. Me gusta también sentarme en la computadora y comenzar a hacer cosas, eso me gusta mucho.
   Han tenido la gentileza de compartir desde el inicio de la revista la compañía con los fieles amigos de RP 105, ¿se levantan temprano?
   Sí, a las cinco de la mañana estoy despierto para sentarme a trabajar, por supuesto. Los sábados y domingos no, esos días duermo un poquito más, hasta las siete o las ocho.   
   Se impone la pregunta del pollo del arroz con pollo, ¿qué ha significado Radio Progreso?
   Para mi Radio Progreso es mi casa. Además es mi vida. Yo no puedo estar muchos días sin venir aquí. Va a llegar un momento, y yo lo sé, porque al jubilarme cada vez menos personas me van a conocer, y va a llegar un día que al llegar a la puerta no me van a dejar subir, pero para mí Radio Progreso es mi vida. 
   Luberta, ya la maestra respondió. Para usted qué significa La emisora de la familia cubana.
    La radio en sentido en general es el sentido de mi vida. Radio Progreso es el lugar que me proporcionó todo lo que he sido hasta ahora.
   Cari quiere decir algo.
   Sí, mira, quiero contarles una anécdota porque, además,  tú sabes que mis hijos también fueron gente de radio, Albertico en la televisión y Aldo que se encuentra en Paraguay. Cuando el incendio de Radio Progreso, que fue una cosa tan grande, yo ese primer día no quise venir. Luberta y Aldo sí vinieron. Y después Aurora Basnuevo me contaba que vio a Luberta parado frente a la emisora, con lágrimas en los ojos y le decía, Imagínate que ahí se está quemando mi círculo infantil, se está quemando mi escuela, se quema mi centro de trabajo, se me quema todo, porque es que mis hijos nacieron aquí, sentían esos pasillos como su casa. Ese cariño fue lo que vieron nuestros hijos en el reflejo de nosotros.
   A usted Luberta, preguntarle qué simboliza Alegrías de sobremesa y el humorismo.
   Yo he hecho de todo, he escrito novelas, aventuras, no solo humor, aunque después me pusieron el cartelito, y he trabajado también para la televisión. Quisiera escribir también un libro, que lo tengo en mente, un libro policiaco, me gusta mucho lo policiaco, y quiero también escribir un libro sobre Alegrías de sobremesa, que tengo hasta el título, imagínate tú, ponerle el título que es Aquí Radio Progreso presentando…
   ¿Luberta, hay otras cosas que le gustaría volver a hacer?
Me gustaría volver a hacer una novela, pero lo que pasa es que la radio es voraz, es de todos los días, y yo me he dicho a mí mismo voy a comenzar a hacer una novela y después que termino de hacer los Alegrías de sobremesa termino exhausto, porque terminas un libreto y tienes que estar ya pensando el otro, y termino jueves, porque grabamos de lunes a jueves dos libretos, y ya el jueves tengo que pensar para el lunes.
   Hablando de Alegrías de sobremesa, me gustaría que usted nos diga cuáles son aquellos personajes que usted ha tallado y que son fundamentales.
   A través del tiempo, empezando por Paco, que lo hacía Idalberto Delgado, y creo que yo nunca he trabajado con un comediante mejor que él. Para mi es lo más grande que ha habido en comediante aquí. Rita, Aurora, la mulatízima, esos son los personajes. También había personajes que ya venían con su psicología, como Wifredo, Alejito, que venía de la televisión, Jose Antonio, que yo le puse aquí que era el encargado el edificio, pero ya él hacía otros y yo lo he diseñado completo. 
   El de Martha Velazco, el personaje de Teresa Guitarreta, Chacho, que se fajaba, todos esos los fui haciendo yo, el de Campito, de Agustín campo con aquello del 26, lo del ciclón del 26, son muchos los personajes que tengo manejados. Pero déjame decirte una cosa, que yo en el 61, el año en que Caridad comenzó a trabajar aquí en Radio Progreso, yo trabajaba en CMQ, y empecé allí por primera vez un gran espectáculo nocturno que se llamaba Fiesta a las 9, pero que tenía un momento humorístico en el medio que era Tota y Pepe, y escribí ese programa hasta que murió Manolín, que era Pepe, y hubo cambios en la programación y lo retiraron del aire en el 67, y yo hacía los dos, Alegrías y el de Tota y Pepe, todos los días. Y ahí también yo cree los personajes, que después los traje a trabajar conmigo aquí en Progreso, así que yo vengo caminando desde el año 61 que fue mi primera experiencia como humorista.                       ¿Cuándo Alberto Luberta crea un personaje piensa en el actor que lo va a interpretar?
    Yo siempre le escribo el personaje al actor, yo primero miro todas las facetas que tiene el actor, y después lo acomodo a eso. Debido a ello yo nunca he podido sustituir a un personaje porque lo que hace ese personaje no lo puede hacer otra gente que no sea ese.
   En el caso de Caridad Martínez, donde ha dejado un legado trascendental en los dramatizados, nos gustaría saber si hay un hijo nunca olvidado.
   Hay varios hijos, en lo que se refiere a La novela cubana, por ejemplo, yo me he quedado marcada en primero, sobre todo, por Sol de batey y Monte libre, todas las de Dora Alonso, pero esas dos son grandes obras y que me aportaron mucho y me dieron la posibilidad de conocer a Dora Alonso, de que ella me dijera que era su amiga.
   La novela Cuando la sangre se parece al fuego, de Manuel Cofiño, adaptada por Georgina Herrera, que fue mi Primer Premio Caracol, pero me marcó para siempre porque es una excelente novela, de nuestra literatura, pero con la posibilidad de llevársela a los oyentes, también Regreso a las cumbres, donde el personaje principal era el narrador, Jose Antonio Rodríguez, donde fue la primera vez que pude trabajar con Jose Antonio, fue una cosa grande. Marcia Castellanos Parra, ya más para acá, es una excelente escritora, lo mismo si te hace una novela de época, que te dibuja los personajes, la trama, o si es de actualidad, también. Y finalmente, Ángel Luis Martínez, un joven de Villa Clara, que es un excelente actor pero además un excelente escritor. No quiero decir que los demás no pero estas son las que más me han marcado y todas me dejan un poquito.                       
   En Agente especial, por ejemplo las cosas que hice de Abelardo Vidal, el escritor de los En silencio, que empezó en la radio, me han dejado muy marcada. 
   El trabajo de Urbezo, las relaciones con él, y de la gente nueva que llega al género policiaco, tengo el orgullo de mis dos hijos que escribieron para el espacio y las obras esas ganaron en el Festival y en el Caracol, y un joven llamado Ariel Trujillo Zaldívar, que con la primera serie que presentó en Agente Especial fue Premio Caracol. 
   Maguie Castro, la difunta Maquie Castro tuvo un Premio Caricato con esa serie. O sea, esos son títulos que me han dejado marcado mucho y en Teatro son muchos los títulos, pero también coincidentes con estos autores, quizás he olvidado algunos pero son las cosas que nunca podré olvidar.
   Queremos adentrarnos ahora en una parte de la radio donde se impone un estilo a la hora de hacer arte. Ustedes como directores, cómo es su libro a la hora de hacer este trabajo.
    Luberta: La del libro es ella, lo mío es un cuadernito. Esa no es mi especialidad, la de dirigir, ya que lo que más he hecho es escribir. Ella sí toda su vida ha sido directora.
   Yo empiezo a dirigir con el diseño de los personajes. 
   En una ocasión estuvimos en Camagüey, en un encuentro con los radialistas de allá, y yo no sabía lo que iba a decir, entonces empecé haciendo una pregunta, ¿por qué ustedes consideran que Alegrías de sobremesa, después de 48 años, se mantiene entre los diez primeros programas que se escuchan den la radio nacional?, y empezaron a decir, por el librero, por el humor, todos importantes, pero hay un detalle que es el más importante de todos, el libreto, si es bueno el libreto, los efectos, la música, todo tiene que ver, pero hay un problema que es el diseño de los personajes. Cuando usted hace un personaje que le pone todos los elementos, es antecedente, físico, carácter, conflictos, y cuando usted logra eso en un personaje y lo mantiene, usted lo escribió pero ya lo está dirigiendo, y es lo que le da la personalidad al espectáculo del programa. Que todos los personajes sean regidos por los elementos que yo siempre les quise poner, no se han ido de ahí. Claro, un día por variar, por cambiar una situación, usted lo cambia, pero eso es un día, los personajes se mantienen. 
   Aurora lleva casi los 48 años que lleva el programa en el aire, y está ahí, y más popular que el personaje de Aurora Basnuevo, creo que no existe en estos momentos en una actriz de este país, así que ya por eso, yo dirijo, y te voy a decir una cosa, no me gusta dirigir, ¿por qué?, porque yo soy un perfeccionista, lo comprendo, yo soy muy riguroso y cualquier detallito que yo veo en un programa que yo escribo, me molesta y por eso prefiero no dirigir. 
   Yo escribo y la mayoría de las veces no oigo el programa. Porque ya te digo, cuando no hacen lo que yo quiero que salga, ya eso es para mí un disgusto. Por eso no me gusta dirigir.
   ¿Y la dirección en el caso de Caridad Martínez?
He dirigido a lo largo de estos años diferentes tipos de programas. Empecé con los campesinos, por suerte para mí, porque fue una experiencia inolvidable haber compartido con tantos grandes de ese género y fue una escuela.     Después en los dramatizados como el unitario Por nuestros campos y ciudades, hasta que por fin entro en los seriados.  Pero siempre habían varias cosas que yo decía que no me podía permitir el lujo de violarlas. 
   Una era abordar el trabajo con profesionalismo, era en aquel entonces muy joven y aunque estuviera comenzando, y la ética profesional para mí ha sido siempre algo q   ue  he cumplido, el respeto al trabajo de los demás, la disciplina, digo, el director es un ser humano y un día puede tener un problema, pero el director no se puede dar el lujo de llegar tarde, nunca, y si quiere ser director, y en mi caso ya yo llegaba al extremo porque aprovechaba un transporte que me traía, y comenzaba a las ocho y llegaba a las siete menos cuarto, pero por lo general, cuando venía en la guagua, siempre de siete y cuarto a siete y media yo estaba aquí y me sentaba a preparar mis programas que ya yo los traía leídos porque jamás entraba a  copias de un programa que yo no había leído previamente, o sea, con eso te digo que para dirigir también siempre he llegado al estudio con pleno conocimiento del libreto que voy a hacer ese día. Ahora bien, en el estudio también a todos los integrantes del colectivo, primero disciplina y calidad. Jamás me he llevado por si esa persona tiene más amistad conmigo que otra, no, en ese momento eso queda borrado. 
   Hay dos cosas que siempre he tratado, una es la calidad y que me diera ese personaje, y la disciplina, y entonces tenerlos en cuenta, ya que el director tiene que llegar con conocimiento no solo de ese día, ya que ese día uno llega a perfeccionar detalles de ese día pero uno ya conoce la obra, porque puede haber un bocadillo que se diga de una manera ahora, que tú le digas al actor, mira, va a pasar esto, y es por esto que uno tiene que ir con una visión larga porque uno es quien orienta a los actores, y no es lo mismo en el unitario, aunque en él también hay que cumplir todo lo que he dicho hasta ahora, entonces tener una interrelación con esos elementos de mi colectivo que también son artistas, son creadores, con la música, los efectos, esa interrelación que nunca mermó mi autoridad como directora, todo lo contrario, siento que la gente me respetó siempre, me ha respetado y me respeta todavía, pero precisamente ha sido por tenerlos en cuenta y hacer un trabajo en equipo, porque el que llegue a este medio y piense que este trabajo es individual, está perdido, y sobre todo en el caso del director, sí, sí, puede ser muy bueno pero este trabajo es de equipo, donde hay que tener en cuenta a todo el mundo y escuchar a todo el mundo. Ah, la batuta la lleva el director, pero tú trabajas con seres humanos, trabajas con artistas, no con marionetas.
   Luberta, ¿qué sugerencias pudiera ofrecerle a aquellos que se acerquen al medio radial?
   La radio tiene una característica, hay centros de trabajo que uno trabaja años y años y cuando termina a las seis de la tarde a los compañeros hasta mañana y ya no los ves y la radio es distinto, yo los he tenido en mi colectivo de trabajo, con cada nuevo ingreso al colectivo nace una amistad y nosotros a través del tiempo hemos sido amigos. 
   Idalberto era mi amigo, Wifredo entrañablemente amigo mío, Jose Antonio, todos, y los que están ahora son amigos, pero amigos esos de visitarnos, de ir a la casa, porque una cosa que no dije a mí a pesar de que me gusta la pelota, leer, me gusta que me visiten, tener la gente allí, conversar, tomarnos nuestros traguitos, y eso me gusta, y ellos vienen a mi casa, yo voy a la de ellos, y esa característica la tiene la radio, por eso, digamos que podemos decirle lo que habló ella del respeto, al respetar el trabajo ya tú eres disciplinado, hay que tener ética, hay que tener calidad, por supuesto, y hay que tener sentido humano, porque lo que uno está haciendo lo están oyendo cientos y miles de personas, y tú tienes que a esas personas darles todo lo que tú llevas por dentro, todo, ese corazón dejarlo ahí en el micrófono.
   ¿Cuáles son los proyectos inmediatos o a largo plazo que tienen?
   Cuando dije en la Facultad que había solicitado mi jubilación me dijeron, ¿y quisiera quedarse con nosotros?, y dije, bueno, si ustedes me quieren aquí, y hablo de la Facultad de Medios Audiovisual del Instituto Superior de Arte, donde imparto dirección de radio, entonces tengo la satisfacción ahora de dedicarme de lleno, ya que me veía algo limitada cuando venían las pruebas de ingreso, y llegaba más tarde, porque tenía los horarios de grabación aquí, pero ahora a tiempo completo me puedo dedicar a dar clases y trasladar mis conocimientos a esa gente joven que llega, entonces continuar impartiendo clases y estar a disposición de todo el que quiera que yo le aclare algo, de que yo le traslade algún conocimiento.
   ¿Y usted Luberta?
   Yo en estos momentos no lo estoy haciendo pero siempre estoy dispuesto. He dado cursos en la comunidad y pregúntele a ella, a mí me tienen de palito barquillero allí en la comunidad y así estoy, para allá, para acá, y soy presidente de un Comité de Defensa, de la Asociación de Combatientes, en eso empleo mi tiempo, yo creo que es bueno para mí y para los demás.   
   Como ustedes son un ejemplo de felicidad y amor, se impone preguntarles, ¿Cómo se puede lograr esa dicha?
   Caridad: Primero el amor, si una pareja no  tiene amor, no están enamorados, eso no va a caminar. Eso es lo principal, pero después el respeto mutuo, pienso que todas las decisiones de Luberta, sus gustos, estoy en la obligación de respetárselas, porque aunque es mi compañero, es un ser humano, y somos personas diferentes y he notado siempre que eso lo cumple él conmigo y eso es lo principal. Lo demás quizás no se puede describir con palabras.
Luberta: Tanto en el trabajo como en la casa yo no obstaculizo en nada sus decisiones, ella lo sabe bien, cuando más cuando me parece que está haciendo algo que no está bien o correcto, se lo digo, eso está mal así, no lo hagas, pero mientras tanto no, yo no me fijo en su trabajo, y sí, me tiene que interesar su trabajo pero no meto la cuchareta como se dice corrientemente.     
   Evidentemente nos quedan muchas preguntas por hacerles a estas dos personalidades de la cultura cubana, así que la invitación está hecha para esta matutina revista dominical, donde las puertas de su casa grande estarán siempre abiertas a Caridad y Luberta.